Las fotos de cuando tuve mi intervención en el Sínodo no es muy
feliz. Entre el cuidado del tiempo (había que hablar justo 5 minutos) y
el cuidado de la dicción para ayudar a los traductores, parezco
haciendo muecas. Pero va como testimonio. Fue el 9 de octubre en la
mañana, estando presente el Papa.
El resumen de mis palabras según lo presentó l'Osservatore Romano
De
la manera de celebrar los Sacramentos de la Iniciación cristiana dependerá el
rostro futuro del cristianismo en Occidente (Ins. Lab.131; Lin.18).
Es
incorrecto que la diferenciación práctica, que
pospone la Confirmación a la Eucaristía, sea de orden meramente pastoral y
no dogmático (I.L.136). Al contrario, el orden de los sacramentos bautismo - confirmación
- eucaristía proviene de la Tradición auténtica de Oriente y Occidente. Este
dato dogmático debe guiar toda pastoral.
Por
el bautismo y la confirmación somos insertos en la Nueva Alianza por la
participación en la muerte y glorificación de Jesucristo y la efusión
escatológica del Espíritu Santo. Esto proviene de las misiones de las Personas
Divinas y, últimamente, de las Procesiones
Trinitarias. La Misa es la actualización
del sacrificio glorioso de Cristo y del envío del Espíritu. Por eso, la Comunión
Eucarística es la culminación de toda la iniciación cristiana y su renovada
actualización.
Altera
la economía sacramental dar la Primera Comunión al bautizado no confirmado, que
no está plenamente iniciado. Mayor violencia es dejar sistemáticamente la
Confirmación para después de la Primera Comunión. La confirmación debe seguir al bautismo y anteceder a la Primera Comunión.
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