ORACIÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA
toda la humanidad implora hoy tu misericordia, tu compasión, ¡Oh Dios!;
y clama con la potente voz de la desdicha.
¡Dios de Benevolencia, no desoigas la oración de este exilio terrenal!
¡Oh Señor!, Bondad que escapa a nuestra comprensión, que conoces nuestra
miseria a fondo y sabes que con nuestras fuerzas no podemos elevarnos a Ti, te
lo imploramos:
Adelanta con tu gracia y continúa aumentando tu misericordia en
nosotros, para que podamos, fielmente, cumplir tu santa voluntad, a lo largo de
nuestra vida y a la hora de la muerte.
Que la omnipotencia de tu misericordia nos escude de las flechas que
arrojan los enemigos de nuestra salvación, para que con confianza, como hijos
Tuyos, aguardemos la última venida (día que Tú solo sabes). Y esperamos obtener
lo que Jesús nos prometió a pesar de nuestra mezquindad.
Porque Jesús es nuestra esperanza: a través de su Corazón
misericordioso, como en el Reino de los Cielos.
Él, que por nosotros murió y
resucitó, de quien elevado en la cruz brotó sangre y agua, y ahora glorificado
de su Corazón traspasado derrama las infinitas gracias de tu misericordia, que vive y reina, por los siglos de los siglos.
Amén
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En
la Iglesia Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones haremos la oración ante el cuadro
de Jesús de la Misericordia, que es
copia fiel del que fue pintado bajo la dirección de Santa Faustina y nos fue
enviado directamente del Santuario de la
Divina Misericordia de Vilna, Lituania por el Arzobispo de Vilna.
Será el Domingo 19 a las 15 hs.
(Invito
a unirse en la oración por medio de Facebook Alberto Sanguinetti Montero)
Seguiremos
el siguiente orden:
1) Coronilla de la
Misericordia
2)
Letanías del Papa
Francisco en este tiempo.
3)
Oración a la Divina
Misericordia
4)
Oración a la Virgen
Santísima del Santo Padre.
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INVITACIÓN A UNA SÚPLICA A DIOS NUESTRO PADRE
POR TODOS LOS MALES PRESENTES,
el Domingo II de Pascua, de la Divina Misericordia
Queridos
fieles de la Diócesis de Canelones:
La paz del Señor resucitado esté con
ustedes.
Por medio de estas palabras los invito a
que el Domingo de la Octava de la Pascua de Resurrección, de la Divina
Misericordia, elevemos todos nuestra súplica confiada a Dios, Padre de misericordia y Dios de todo
consuelo, pidiéndole por todos los males presentes. Por Jesús misericordioso,
que por nosotros murió y resucitado vive glorioso en el cielo, e intercede
constantemente en nuestro favor, acerquémonos confiadamente al trono de la
gracia, para obtener auxilio en el tiempo oportuno (Heb 4,16).
Mucho puede la oración hecha con fe y mucho
más cuando es en la comunión de la caridad.
Cada persona y cada comunidad lo hará a
su modo. Puede también sumarse la oración personal o en familia, a la forma
comunitaria.
Con la esperanza de estar unidos en la
oración y que el Señor quiera escuchar nuestros ruegos, los bendigo
+ Alberto,
obispo de Canelones
Canelones,
15 de abril de 2020
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