El Papa Francisco ofreció el Sacrificio de la Misa, rezando la plegaria y elevando la ofrenda, de cara al Crucifijo y dirigido hacia la cabecera o ábside de la iglesia.
Este ordenamiento en que toda la asamblea, encabezada por el obispo o presbítero, esta dirigida hacia un mismo punto se llama Ad Orientem o ad Deum, o coram Deo. Expresa mejor el que todos juntos, fieles y sacerdote ofrecen al Padre el sacrificio de Cristo en un mismo Espíritu.
Todas las Iglesias de Oriente lo hacen así y ha sido la forma más tradicional en Occidente.
Todos los papas después del Concilio Vaticano II también lo han hecho con mayor o menor frecuencia.
Por eso, no es novedoso que lo haga el Papa Francisco.
El decir que da la espalda al pueblo es una tontería por ignorancia o necedad. Porque en el ofrecimiento del sacrificio no se dirige a los fieles ( que habría que decir están de espaldas unos de otros), sino que con ellos se dirige al Padre y por Cristo.
En la Iglesia hay libertad para seguir los ritos establecidos - puesto que la liturgia es de la Iglesia, no de los sacerdotes ni de los fieles -. Es bueno abrir la mente y dar a los fieles las riquezas a que tienen derecho.
Por cierto, es lícito la forma que no está mandada, pero se hizo habitual en las últimas décadas: cara al pueblo o coram populo, aún en la plegaria eucarística.
Este ordenamiento en que toda la asamblea, encabezada por el obispo o presbítero, esta dirigida hacia un mismo punto se llama Ad Orientem o ad Deum, o coram Deo. Expresa mejor el que todos juntos, fieles y sacerdote ofrecen al Padre el sacrificio de Cristo en un mismo Espíritu.
Todas las Iglesias de Oriente lo hacen así y ha sido la forma más tradicional en Occidente.
Todos los papas después del Concilio Vaticano II también lo han hecho con mayor o menor frecuencia.
Por eso, no es novedoso que lo haga el Papa Francisco.
El decir que da la espalda al pueblo es una tontería por ignorancia o necedad. Porque en el ofrecimiento del sacrificio no se dirige a los fieles ( que habría que decir están de espaldas unos de otros), sino que con ellos se dirige al Padre y por Cristo.
En la Iglesia hay libertad para seguir los ritos establecidos - puesto que la liturgia es de la Iglesia, no de los sacerdotes ni de los fieles -. Es bueno abrir la mente y dar a los fieles las riquezas a que tienen derecho.
Por cierto, es lícito la forma que no está mandada, pero se hizo habitual en las últimas décadas: cara al pueblo o coram populo, aún en la plegaria eucarística.
¡Muchas gracias por esclarecer algo que no siempre tenemos presente los católicos.
ResponderEliminarEs buena cosa ver al Sacerdote oficiante de cara a Dios!