¿UN DIA DEL PATRIMONIO INTEGRAL E INTEGRADOR O DISGREGADOR?

             El Día del Patrimonio ha sido una vivencia de tiempo y lugar que nos hace reencontrarnos pacíficamente y de forma libre e integrada no sólo con nuestro pasado y nuestros mayores, sino también entre nosotros, los orientales actuales. Vivimos con mesurada alegría el movernos de aquí para allá, hacer fila y deambular con gente que no conocemos, con los cuales nos sentimos aunados en ese patrimonio, en la patria de nuestros mayores y del presente.
            Los primeros años dentro de la inmensa gama de ofrecimientos, se nombraba una persona fallecida connotada por su influjo en el patrimonio (Livni, Pivel Devoto, Campos…). A partir de 2005 se comenzó a recordar especialmente áreas muy abiertas (Patrimonio sonoro,... el lenguaje de los uruguayos, la arquitectura en el Uruguay).
            Este año 2016, en cambio, tiene un sesgo políticamente correcto, con aire de propaganda: EDUCACIÓN PÚBLICA, Patrimonio Nacional. Es muy bueno que, en medio de tantas carencias y búsquedas, se resalte el valor patrimonial de la Educación en nuestro país, nuestra historia, nuestro pueblo.
            Sin embargo, tratándose precisamente de patrimonio, uno se pregunta qué significado tiene “pública”, en el título indicado. Sería hasta ridículo, ver como patrimonio nacional sólo la educación estatal o de conducción estatal, porque a la Educación Nacional, o la Educación Uruguaya contribuyeron y contribuyen múltiples actores e instituciones.
            Por eso, tratándose de cultura y patrimonio, en el que hay que ser bien amplios e inclusivos, el día del Patrimonio de 2016 debe entenderse como atendiendo a la EDUCACIÓN NACIONAL, en todos sus formas. Reducirlo a lo estatal es totalmente contrario a la historia y al patrimonio nacional.
            Para peor, hay un subtítulo: Integral, integradora, integrada. ¿Por qué digo para peor? Porque el día del Patrimonio no es para pasar consignas, sino para valorar el patrimonio y encontrarnos unidos. Por eso no necesita slogans, que quieran afirmar– como diría Vaz Ferreira – falsos dilemas o paralogismos de falsa oposición.
            La Escuela estatal no es tan integral en su saber. En los hechos lleva a un desconocimiento grande de muchas cosas, como por ejemplo, no da un buen lugar al conocimiento de las religiones y, aunque sea en forma cultural, de la religión católica, sin la cual no se entiende, por ejemplo, a Artigas – católico confeso y práctico en toda su vida – ni las fiestas, ni la pintura occidental.
            Suena digo a slogan de la cultura obligatoria uruguaya. Se repite por todas partes que la cohesión social se la dio al Uruguay la escuela pública (= estatal).  Ciertamente es muy  importante su contribución. Pero no se puede esconder la obra de tantos colegios católicos en barrios y pueblos. Algunos llegaron antes que el Estado, como en S. José de Carrasco (que entonces no era de clases medias, sino de quinteros y trabajadores), el Colegio San Leonardo y la Escuela de las Clarisas atendieron antes que se abriera escuela pública alguna.
            Además en esa  integración, en el salir de la pobreza, en acompañar a los huérfanos y abandonados, no sólo enseñándoles materias, sino acompañándolos en su desarrollo, ¿se puede desconocer la presencia de las religiosas en los asilos, los Talleres de Don Bosco y la cantidad de academias en todos los barrios? Los que escriben esos títulos verdaderamente excluyentes ¿nunca se encontraron con algún hombre cuidado, alimentado y formado por el P. Borrazás en Tala?
            Tratándose de patrimonio, ¿no hay que recordar la enseñanza de religiosos desde la Colonia y los comienzos de la República? ¿José Pedro Varela no estudio en los PP. Escolapios? Para los acendrados artiguistas, ¿Artigas ya anciano no dedicaba largos ratos a enseñar el catecismo a los niños? ¿Puede haber evocación del Patrimonio sin una rememoración histórica desprejuiciada y amplia?
Recordando el Bicentenario de la apertura de la Biblioteca Nacional, algún jerarca – con error histórico y conceptual – afirmó que Artigas dio órdenes al P. Larrañaga de hacer la biblioteca, cuando fue de éste la iniciativa ya en 1815, y quien la llevó adelante. Artigas secundó las ideas de Larrañaga. Por otra parte el primer fondo de libros fue donación del difunto P. Pérez Castellano, de los PP. Larrañaga y Guerra y del Convento de los Franciscanos.
            Asimismo la enseñanza que imparten distintas instituciones de enseñanzas, haciendo presente culturas diversas y afines (inglesa, francesa, italiana, norteamericana) o con otras ideologías (incluso atea y de raíces masónicas), ¿no enriquecen y aportan a la Educación Nacional?
            El Día del Patrimonio no fue creado para pasar consignas, ni para dividir y oponer, sino para aprender con calma, gustar y compartir las riquezas recibidas.
            ¡Qué gran patrimonio la Educación Pública!, el servicio público de educar, llevado adelante por tantos actores, que forma parte de un río muy rico, complejo y que no ha de ser monopolizado, ni por el Estado, ni por ideologías y grupos de poder.
            Por eso que el Día del Patrimonio, evoque la Educación Pública como evocación patrimonial, de forma Integral (= todos los que educan y en todos los tiempos), integradora (= sumando y no oponiendo), integrada (= formando parte de una unida compleja  y rica).
              Hay mucho para celebrar del patrimonio de la Educación Pública Estatal, en el ámbito de todo el sistema educativo, Y nos alegramos. Pero también incluimos  en el patrimonio nacional - que de eso se trata - la libertad de educar en diversas formas y de elegir la elección de distintas maneras. Y también hay mucho para celebrar de este gran patrimonio.
           
            Sean los orientales tan ilustrados como valientes.  Feliz día del patrimonio.

Comentarios

  1. !Excelente artículo Monseñor! Muchas gracias por dejar tan claro lo que casi todos pensamos, menos algunos "iluminados!

    ResponderEliminar
  2. !Excelente artículo Monseñor! Muchas gracias por dejar tan claro lo que casi todos pensamos, menos algunos "iluminados!

    ResponderEliminar
  3. Excelente! Muy bien explicado. Gracias por compartirlo!

    ResponderEliminar
  4. Muy claro. Muchas gracias. Tendremos que difundirlo cada uno desde su lugar.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares

Carta a los sacerdotes por Domingo del Buen Pastor

Mi despedida como Obispo de Canelones