Una pequeña
exhortación a meternos en la Cuaresma, buscando lo que importa: el encuentro de
uno mismo con Dios, nuestro Señor, para conocerlo, amarlo y servirlo y, así,
conocerme, amarme bien y servir al prójimo.
Esta
civilización que ha producido el ‘día de…’
de todo lo que se conoce, el perro, el empleado, lo que fuera, al
mismo tiempo borra el ‘día del Señor’ (=
Domingo, sustituido por el fin de semana para distraernos) y, por ejemplo, la
Cuaresma.
En una
sociedad pluralista y respetuosa de las diversas dimensiones del hombre, habría
estado bien que se dejase el tiempo marcado para el encuentro con lo más
importante: Dios para la mayoría, su conciencia o sí mismo para otros. Pero no,
el pluralismo campante quiere meter a Dios en lo meramente privado y hacer
totalmente público las ideas o deseos de los hombres.
APROVECHEMOS
LA CUARESMA. Es un humilde llamado de la experiencia secular de la Iglesia para
anunciarnos: Dios te quiere y tiene un plan amoroso, sabio y maravilloso para
ti. Ese plan es para ti e involucra de diversos modos a los demás. Tus
relaciones con el prójimo, tu modo de distribuir el tiempo, tu uso de tu cuerpo
y tu plata. Desafía a la sociedad entera para que se mire a la luz del
Evangelio.
La oración, la
escucha de la Palabra de Dios, el arrepentimiento de los pecados, el recibir el
perdón, la renovación de la vida son la fuente de la existencia humana plena. Son
también el inicio de la vida eterna.
Escucha el
llamado, entra en tu aposento, elige atender a lo que importa.
Cuando se nos impone la ceniza, se nos dice: Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás. Es un llamado a la verdad esencial. También se nos puede decir: Conviértete y cree en el Evangelio. Es la invitación a entrar en la luz de la verdad y caminar por ella.
¡Buena y santa
Cuaresma!
N.B. Si vas a la www.diocesisdecanelones.com te
ofrezco una carta para la cuaresma, homilías y otras ayudas.
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