Hoy, 7 de octubre de 2012, Domingo XXVII del Tiempo Ordinario, el Papa presidió la Santa Misa en la Plaza de San Pedro. Concelebramos con él todos los Padres Sinodales.
Tambíén había obispos de España y Alemania, porque el Papa proclamó doctores de la Iglesia a San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen.
Se podía palpar la catolicidad de la Santa Iglesia: obispos de todas las partes del mundo, representantes de las diferentes tradiciones - además de la latina - , con ornamentos diferentes (rito greco-católico, sirio, siro-malabar, siro-malancar, etiópico, copto, armenio, caldeo...)
La celebración fue sumamente cuidada. Los cantos fueron los propios de la Sagrada Liturgia. El Ordinario de la Misa se cantó en gregoriano, la llamada Misa Orbis Factor. El Kyrie de esta Misa es el que solemnos cantar nosotros en las Misas solemnes.
Tanto después de la homilía, como después de la Comunión se invitó a un rato de silencio,que duró unos cuantos minutos. Realmente era impactante el silencio orante de una multitud que ocupaba media plaza. Así el Papa va enseñando no sólo con palabras, sino en sus mismas celebraciones el arte de iniciar en los santos misterios de la Santa Misa.
El Papa por cierto habló de la nueva evangelización para la comunicación de la fe, que es el tema del Sínodo. Invitó a orar por los participantes. En la procesión de entrada se cantaron las letanías con esta intención.
San Juan de Ávila, - del siglo XVI -fue sacerdote de la Diócesis de Córdoba en Andalucía. Es llamado el apóstol de Andalucía y el patrono del clero secular español. Fue un maestro de teología, consejero de muchas personas, incluyendo grandes santos como Santa Teresa. Tiene una alta teología y espiritualidad del sacerdocio y fue un formador exigente de los sacerdotes, para que fueran santos, dedicados a su sagrada misión, bien preparados. Se dedicó también a enseñar el catecismo a los que recién iban entrando en la plena comunión con la Iglesia. Fue puesto un maestro de evangelización en todos los órdenes.
Santa Hildegarda - del siglo XII - fue una monja benedictina, muy culta, tanto en las ciencias humanas, como en la contemplación del misterio. Formadora de monjas, su ilustración, sus visiones y su teología fue seguida por grandes de su tiempo.
Las fotos son malas... porque en la celebración no podía sacar y quedé lejos... y malo era el fotógrafo.
De todas formas, en el fondo de la oscura está la imagen de Cristo, que está contra la pared que envuelve la
tumba de Pedro, sobre la cual está elevado el altar mayor de la Basílica de San Pedro.
La otra mira a la plaza de San Pedro, cuando se dispersaba la asamblea.
Tambíén había obispos de España y Alemania, porque el Papa proclamó doctores de la Iglesia a San Juan de Ávila y Santa Hildegarda de Bingen.
Se podía palpar la catolicidad de la Santa Iglesia: obispos de todas las partes del mundo, representantes de las diferentes tradiciones - además de la latina - , con ornamentos diferentes (rito greco-católico, sirio, siro-malabar, siro-malancar, etiópico, copto, armenio, caldeo...)
La celebración fue sumamente cuidada. Los cantos fueron los propios de la Sagrada Liturgia. El Ordinario de la Misa se cantó en gregoriano, la llamada Misa Orbis Factor. El Kyrie de esta Misa es el que solemnos cantar nosotros en las Misas solemnes.
Tanto después de la homilía, como después de la Comunión se invitó a un rato de silencio,que duró unos cuantos minutos. Realmente era impactante el silencio orante de una multitud que ocupaba media plaza. Así el Papa va enseñando no sólo con palabras, sino en sus mismas celebraciones el arte de iniciar en los santos misterios de la Santa Misa.
El Papa por cierto habló de la nueva evangelización para la comunicación de la fe, que es el tema del Sínodo. Invitó a orar por los participantes. En la procesión de entrada se cantaron las letanías con esta intención.
San Juan de Ávila, - del siglo XVI -fue sacerdote de la Diócesis de Córdoba en Andalucía. Es llamado el apóstol de Andalucía y el patrono del clero secular español. Fue un maestro de teología, consejero de muchas personas, incluyendo grandes santos como Santa Teresa. Tiene una alta teología y espiritualidad del sacerdocio y fue un formador exigente de los sacerdotes, para que fueran santos, dedicados a su sagrada misión, bien preparados. Se dedicó también a enseñar el catecismo a los que recién iban entrando en la plena comunión con la Iglesia. Fue puesto un maestro de evangelización en todos los órdenes.
Santa Hildegarda - del siglo XII - fue una monja benedictina, muy culta, tanto en las ciencias humanas, como en la contemplación del misterio. Formadora de monjas, su ilustración, sus visiones y su teología fue seguida por grandes de su tiempo.
Las fotos son malas... porque en la celebración no podía sacar y quedé lejos... y malo era el fotógrafo.
De todas formas, en el fondo de la oscura está la imagen de Cristo, que está contra la pared que envuelve la
tumba de Pedro, sobre la cual está elevado el altar mayor de la Basílica de San Pedro.
La otra mira a la plaza de San Pedro, cuando se dispersaba la asamblea.
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